AFP


La policía identificó el sábado a ocho desaparecidos en el vasto incendio forestal Dixie en el norte de California, el tercero más grande de la historia de ese estado estadounidense, aunque se espera que las condiciones meteorológicas den un descanso a los bomberos.

A principios de la semana, el Dixie Fire dejó carbonizado y en ruinas el histórico poblado minero de Greenville, un asentamiento de unos pocos cientos de personas que se remonta a la fiebre del oro de mediados del siglo XIX. Pero no se reportaron muertos ni heridos.

No obstante, la oficina del alguacil del condado de Plumas, al que pertenece el pueblo, recibió "informes de ocho individuos desaparecidos", escribió en Facebook la institución.

También identificó a las personas con sus nombres y pidió a la comunidad "cualquier ayuda que pueda proporcionar" para contactarlos.

A pesar de las repetidas órdenes de evacuación de las autoridades, algunos residentes se obstinan en luchar contra el fuego por su cuenta, puesto que no se sienten cómodos confiando su seguridad a extraños.

El Dixie Fire ha devastado hasta ahora más de 180.000 hectáreas en cuatro condados, frente a las casi 176.000 del día anterior, un área más grande que la ciudad de Los Angeles.

Este incendio ha superado el alcance del enorme Bootleg Fire en el sur de Oregón.

Pero temperaturas más frías y vientos más suaves se trasladaron al área durante la noche, dando un respiro a los cansados bomberos, dijo la agencia estatal Calfire. Se espera que esas condiciones continúen hasta el domingo.

El fuego, contenido ahora en un 21%, también arrasó la pequeña ciudad de Canyondam, informó Los Angeles Times.

El mismo diario señaló que residentes armados se negaron a acatar la orden de las autoridades locales de evacuar el lugar.

En esos casos, la policía pide a los residentes los nombres de sus familiares más cercanos, para notificarlos en caso de que el incendio acabe matándolos.